Para mantener un espíritu tranquilo
Dr. Charles Stanley
"Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él" (Proverbios 26.4).
Cuando
surge el conflicto, con frecuencia queremos defender nuestra posición.
Tal vez, incluso, nos sintamos con el derecho de culpar a otros. Sin
embargo, Santiago 1.19
da un consejo diferente para manejar la tensión y las controversias:
"Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para
airarse". En otras palabras, se puede lograr más con una actitud
calmada. Además, la Biblia nos dice que debemos...
* Orar. Primero, debemos pedir al Señor que guarde nuestra boca, y nos dé las palabras adecuadas al hablar (Lc 12.12).
También, debemos pedir discernimiento en cuanto a la raíz del problema,
incluyendo la posibilidad de que la falta puede haber sido nuestra.
* Tratar de ver con la perspectiva divina. Nuestro soberano Dios hace que todas las situaciones obren a favor del creyente (Ro 8.28).
Él no solo utiliza las dificultades para enseñarnos, sino que también
nos permite demostrar la vida de Cristo en nosotros por la manera como
respondemos.
* Perdonar.Aunque
otra persona nos haya herido, debemos perdonar. Jesús murió para
perdonar todos nuestros pecados, y nosotros, por nuestra parte, debemos
perdonar a los demás. De hecho, si no lo hacemos, nuestra vida se verá
agobiada por el resentimiento.
* Responder.Si
hemos hecho algo que no está bien, debemos pedir perdón. Pero si la
culpa no es nuestra, podemos aun así manifestar aprecio a la otra
persona y decirle que daremos atención cuidadosa a sus comentarios.
¿Cómo responde usted a los conflictos? Pídale a Dios que le dé la entereza para mantener la calma y hacer lo correcto.
Dios te bendiga grandemente...
Pr. Dolreich Artigas.
Dios te bendiga grandemente...
Pr. Dolreich Artigas.
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