Lamentaciones 3:1-6, 16-25
"Bueno es el Señor a los que en él esperan". -Lamentaciones 3:25
Cuando
el cantante de música country George Jones murió a los 81 años, sus
admiradores recordaron su voz extraordinaria, sus luchas personales y su
vida difícil. Si bien muchas de sus canciones reflejaban sus anhelos y
desesperanza, lo que conmovía profundamente a la gente era su manera de
interpretarlas. Un crítico de música de un periódico declaró: «Su voz
estaba hecha para expresar un corazón quebrantado».
El
libro de Lamentaciones registra la angustia de Jeremías ante la
empedernida negativa de la nación de Judá a seguir a Dios. Llamado con
frecuencia «el profeta llorón», fue testigo de la destrucción de
Jerusalén y del traslado de su pueblo al cautiverio. Vagaba por las
calles de la ciudad, abrumado de tristeza (Lamentaciones 1:1-5).
No
obstante, en su hora más oscura, declaró: «Esto recapacitaré en mi
corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia del Señor no hemos
sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son
cada mañana; grande es tu fidelidad» (3:21-23).
Ya
sea que suframos por culpa nuestra o por las decisiones de otros, la
desesperación puede amenazar con agobiarnos. Cuando todo parezca
perdido, podemos aferrarnos a la fidelidad del Señor: «Mi porción es el
Señor, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré» (v. 24).
El ancla de la fidelidad de Dios sigue firme durante las tormentas más fuertes.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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