Nuestro cuerpo: El templo de Dios
Dr. Charles Stanley
¿Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? (1 Co 6.19).
El
interés principal del mundo en cuanto al cuerpo radica en la apariencia
exterior: ¿Cómo puede llegar a ser más atractivo o recibir más
atención? Lamentablemente, según el mundo, el éxito depende muchas veces
de la condición de nuestro cuerpo.
En
contraste, ¿cómo piensa usted que ve Dios al cuerpo humano? ¿Cree que
está solamente interesado en el alma y el espíritu, o esperaría que se
preocupara también por nuestro cuerpo físico?
A
pesar de muchas ideas falsas generalizadas, el Señor está profundamente
preocupado por nuestros cuerpos. En el pasaje de hoy, Pablo confirma
esta verdad cuando escribe: "Vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros". De nuevo, en 2 Corintios 6.16, el
apóstol se refiere al cuerpo humano como el templo de Dios. El contexto
de este pasaje revela muchos de los mismos errores conceptuales que son
comunes hoy en día. Los corintios tenían un concepto negativo del
cuerpo. Creían que no era importante, e incluso se referían al mismo
como una tumba en la que estaba encarcelada el alma.
La
respuesta de Pablo es enérgica. En esencia grita: "¡No! El cuerpo no es
una tumba -¡es un templo!" Es digno de nuestro respeto y aprecio, de la
misma manera que el lugar más sagrado de adoración merece
mantenimiento.
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