Cómo vivir victoriosamente
Dr. Charles Stanley
"Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres" (Mt 4.19).
El
hombre que dio un paso al frente para predicar en Pentecostés era
imperfecto, y con fama de ser impulsivo. Pedro no solo había discrepado
de Jesús, sino que incluso había negado conocerle. Pero se había
convertido en un hombre cuyo impacto a favor del reino de Dios superaba
su impulsividad.
Al
estudiar la vida de Pedro, a menudo cometemos el error de enfocarnos en
sus acciones negativas, como en la duda que casi lo ahogó cuando caminó
sobre el agua, y en las antes mencionadas desaprobación y negación de
Jesús. Pero Pedro es también ejemplo de una vida victoriosa. Siendo un
pescador inculto, que probablemente tenía pocas otras habilidades, dejó
sus redes y siguió a Jesús en el instante que Él pidió que lo hiciera.
Fue el primero en reconocer a Cristo como el Hijo de Dios (Mt 16.16).
Y después de la resurrección del Señor, su naturaleza espontánea lo
llevó a lanzarse al agua y nadar hacia la orilla cuando vio a su
Salvador esperándolo (Jn 21.7). La devoción de este discípulo no puede ser puesta en duda.
Pedro
es una inspiración para nosotros hoy. Dios no escoge a siervos que sean
rocas sólidas, sin ninguna grieta o hendidura. Por el contrario, elige a
personas que tienen debilidades y fracasos. El Señor busca a creyentes
que sean dóciles, que estén dispuestos a arrepentirse, y que estén
listos para entregarse a la voluntad de Dios -a personas parecidas a
Pedro.
Él busca a seguidores dispuestos que hagan suyo el llamamiento de Isaías: "Heme aquí, envíame a mí" (Is 6.8). Esa es la vida victoriosa.
DIOS BNDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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