Cómo mantener una mente clara
Dr. Charles Stanley
"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios,
que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (Romanos 12.1-2).
La
mente humana es una creación de Dios maravillosa. Nada en el mundo
puede compararse con sus capacidades o su creatividad. Controla nuestros
sentimientos, pensamientos, palabras, actitudes y conducta. Lo que
llegamos a ser y lo que logramos, se debe en gran parte a la manera que
pensamos. ¿No tendría sentido dejar que Aquél que nos creó guíe nuestro
razonamiento?
Una
mente clara es la que está en armonía con la Palabra de Dios, y
controlada por su Espíritu. Cuando el Señor tiene autoridad sobre
nuestros pensamientos, el discernimiento guardará nuestra perspectiva.
Él nos capacita para mirar más allá de lo evidente y para ver las
situaciones como son en realidad. Podemos distinguir no solo entre lo
bueno y lo malo, sino también entre lo bueno y lo mejor. El Señor nos ha
concedido la capacidad de pensar acertadamente, no importa los desafíos
que podamos enfrentar.
Pero
esa clara y enfocada manera de pensar debe ser adoptada adrede y
mantenida celosamente. Si no batallamos contra la influencia del mundo,
pronto tendremos una mente fragmentada, incapaz de centrarse en las
cosas espirituales, ya que está llena y atascada con pensamientos y
preocupaciones mundanas. Tenemos que examinar cuidadosamente lo que
permitimos que entre a nuestra mente.
Una
mente renovada comienza con la entrega al Señor. Hasta que no le dé
autoridad total sobre sus pensamientos, usted no tendrá ningún poder
para limpiar el desorden que le impide vivir dentro de la voluntad de
Él. Pero si se rinde al Señor y llena su mente con su Palabra, Él
transformará su vida.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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