jueves, 15 de mayo de 2014

SANIDAD DE DIOS


Sanidad lenta 


Por Bill Crowder
LECTURA: Apocalipsis 21:1-8
"Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá [...] dolor; porque las primeras cosas pasaron". -Apocalipsis 21:4

Solo cuatro semanas después de que nuestro hijo Mark se unió al ejército, sufrió una lesión grave en la rodilla durante un ejercicio de entrenamiento. Entonces, lo dieron de baja. Así que, a los 19 años, tuvo que usar durante algún tiempo un bastón para andar, y por la severidad de la lesión, soportó dos años de recuperación, reposo y rehabilitación. Por fin, Mark pudo dejar los soportes ortopédicos para rodilla que había utilizado desde el accidente. Aunque todavía tiene dolores, el proceso lento y largo de sanidad le permitió volver a usar la pierna como antes.
A menudo, la sanidad física es mucho más lenta de lo que anticipamos. Esto también sucede con la sanidad espiritual. Las consecuencias de las malas decisiones o de las acciones de personas hirientes pueden crear cargas o heridas para toda la vida. Pero, para los hijos de Dios hay esperanza. Aunque no siempre podemos experimentar una plena restauración en esta vida, tenemos la promesa de sanidad. El apóstol Juan escribió: «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Apocalipsis 21:4). 
En los momentos de dolor, nos consuela saber que, al final, y gracias a la maravillosa presencia del Señor, gozaremos de plenitud para siempre.  
Cuando acudimos a Cristo quebrantados, Él puede restaurarnos.

Dios bendiga tu vida con gracia y paz

Pr. Dolreich Artigas

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