7 de enero de 2015
Toda nuestra ansiedad
Leer | 1 Pedro 5.6-10
"Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros" (1 P 5.7).
¿Se
ha preguntado alguna vez por qué un pasaje que habla de la ansiedad
describe a Satanás como un león rugiente? La ansiedad puede hacernos
sentir deshechos por el temor, la frustración y la impotencia. La
ansiedad es un sentimiento torturante y la lectura de hoy nos recuerda
que el diablo la maneja hábilmente.
Sin embargo, no tenemos que vivir con ansiedad, pues Dios cierra la boca de los leones que amenazan a sus seguidores (Dn 6.22).
Pedro habló de cómo podemos mantenernos alejados de las mandíbulas de
la ansiedad. Primero, humillándonos delante de Dios. Lo que causa la
ansiedad es una sensación de impotencia en una situación; por tanto, la
mejor respuesta es rendirse a Dios con la confianza de que Él tiene el
poder de controlar su vida. Además, nunca debe olvidar que Dios está
siempre creando las circunstancias para el bien de usted y la gloria de
Él (Ro 8.28).
Recuerde
que la oración es una declaración de dependencia. Cuando usted se
humilla, se está arrodillando delante del Dios omnipotente. Y puesto que
nada es un impedimento para su poder, echar nuestra ansiedad sobre Él
es la acción de confiar en que Dios se encargará de nuestros problemas.
Él asume la responsabilidad de responder a las necesidades de los
creyentes; y nosotros de obedecerle (Mt 6.31-33).
Por
último, resistir a Satanás permaneciendo firme en la fe. En otras
palabras, no arrebate esas preocupaciones de las manos de Dios para
angustiarse por ellas otra vez. Cuando los planes de ataque del diablo
le hagan temblar, rechace sus mentiras y tenga fe en que el Señor es
suficiente para manejar la situación.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario