martes, 6 de enero de 2015

QUE BUENO ES DIOS...


Jesús: El Salvador que nos busca
 Dr. Charles Stanley

"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" (Ap 3.20).

Los cristianos de Laodicea se veían a sí mismos como ricos y autosuficientes cuando, en realidad, su ceguera espiritual y su fariseísmo les habían impedido reconocer su verdadera pobreza. A pesar de que habían cerrado la puerta entre ellos y el Señor Jesús, Él nunca renunció a ellos. Apocalipsis 3.20 enseña que Jesús...

* Está a la puerta- Él Señor toma la iniciativa. Está listo y dispuesto a buscarnos, incluso cuando hayamos levantado una barrera.

* Llama a la puerta- Él trata de llamar nuestra atención por varios medios, incluyendo circunstancias, sufrimientos, pruebas, convicción de pecado, insomnio o su Palabra. Luego espera con paciencia nuestra respuesta.

* Nos invita a abrir la puerta- Aunque Cristo es omnipotente, nunca nos obliga a relacionarnos con Él.

* Atraviesa la puerta- Si le abrimos nuestro corazón, Él entrará en nuestras vidas. Por medio de la presencia interior del Espíritu Santo, participamos efectivamente de la naturaleza divina de Cristo, y somos transformados a su imagen.

* Cena con nosotros- Ahora que nada se interpone entre nosotros y Jesús, podemos comenzar a disfrutar de todos los beneficios de una relación estrecha con Él, y ser alimentados por su Palabra.

¿Dónde está usted en este proceso? ¿Ha levantado una barrera entre usted y el Señor? Los laodicenses nos enseñan lo infelices que somos cuando mantenemos a distancia al Señor Jesús. Solo si le permitimos un acceso irrestricto a nuestras vidas, experimentaremos el gozo de vivir con Él.

DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ.

Pr. DOLREICH ARTIGAS

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