Dr. Charles Stanley
3 de enero de 2015
Moldeados por el Maestro
Leer | Jeremías 18.1-6
"He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano" (Jer 18.6).
Si
usted ha observado alguna vez a un alfarero, como lo hizo Jeremías en
el pasaje de hoy, conoce la fascinación que produce ver convertido a un
trozo de arcilla en un vaso precioso. La lección de Dios al profeta fue
para ayudarlo a entender que la nación de Israel había sido moldeada por
su mano. Todos nosotros somos trozos de arcilla humana esperando el
toque del Alfarero perfecto.
Cuando
la arcilla se coloca en el torno, el alfarero ya tiene un diseño
específico en mente. Lo mismo sucede con nosotros -Dios ha determinado
cómo piensa trabajar en nuestra vida, y qué papel debemos tener en la
edificación de su reino (Ef 2.10). Nos da forma con
sus manos, y nos lija con sus herramientas para que nuestro carácter
comience a asemejarse al de su Hijo Jesucristo. Cada creyente será
formado de manera diferente, para que realice el servicio especial que
Dios tiene en mente para él.
Con
mucha frecuencia, nos fijamos en los talentos y en las capacidades de
quienes nos rodean, y deseamos ser como esas personas. Pero hemos sido
diseñados perfectamente para los propósitos que Dios tiene para
nosotros, y Él no se equivoca. Si pasamos el tiempo deseando tener
talentos que no se ajustan al plan de Dios, o si nos negamos a utilizar
los dones espirituales que Él nos ha dado, desperdiciaremos su esfuerzo y
nuestra oportunidad de servirle.
El
Maestro está complacido con la manera que Él ha diseñado nuestra vida, y
con las capacidades que nos ha dado. Para honrar al Alfarero -como debe
hacerlo un vaso- debemos someternos a ser moldeados y utilizados como
Él desee.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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