Aceptados por el Señor
Dr. Charles Stanley
" El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios" (Ro 8.16).
Nuestro
Padre celestial sabe que anhelamos ser aceptados, y sentir que formamos
parte de algo. Él se encarga de ambas necesidades cuando recibimos a su
Hijo Jesucristo como nuestro Salvador.
Por el pecado de Adán, se rompió nuestra conexión espiritual con el Señor (Ro 5.12).
Por tanto, cada ser humano ha nacido desde entonces con una naturaleza
"carnal" que mantiene al hombre separado de Dios. Pero el Padre tenía un
plan para reconciliarnos con Él por medio de la sangre vertida por su
Hijo (Col 1.20).
Debemos
entender que somos pecadores incapaces de pagar la deuda por nuestro
pecado -algo que solo la muerte de Jesús en la cruz pudo pagar.
Toda
persona que acepta el sacrificio de Cristo, recibirá el perdón de sus
pecados y la reconciliación con Dios. Por haber sido justificados por la
sangre del Salvador, cada uno de nosotros llega a ser una nueva
creación en Él.
En
el momento de la salvación, somos aceptados en la familia de Dios y
recibimos el derecho de llamarlo nuestro Padre celestial. Con esta
aceptación viene un sentido de pertenencia. Ahora somos parte de una
familia unida en Cristo. Exteriormente somos diferentes unos de otros;
pero, interiormente, estamos unidos por el mismo Espíritu (1 Co 12.12-14).
Nuestra
sociedad nos dice que la aceptación se basa en lo que hacemos y en
cuánto logramos. Pero el mensaje de Dios nos dice lo contrario: La fe en
Cristo es la única razón para ser aceptados por Él. La presencia del
Espíritu Santo en nosotros nos da testimonio de que siempre
perteneceremos al Señor
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario