Cuando otros no perdonan
Por Randy Kilgore
"Olvidando ciertamente lo que queda atrás, [...] prosigo a la meta". -Filipenses 3:13-14 | Leer: Filipenses 3:12-16
Estaba
almorzando con dos hombres que habían aceptado a Cristo como Salvador
mientras se encontraban en la cárcel. El más joven estaba desanimado
porque la familia a la que le había robado no quería perdonarlo.
«Mi
delito fue violento -dijo el mayor-, y sigue obsesionando y afectando
hasta hoy a la familia. No me han perdonado, ya que el dolor es
demasiado grande. Al principio, ese deseo de ser perdonado me
paralizaba». Luego, agregó: «Entonces, un día, me di cuenta de que mi
pesar empezó a ir acompañado de egoísmo. Es mucho desear que esa familia
me perdone. Estaba demasiado centrado en lo que yo sentía que
necesitaba para sanar mi pasado. Me llevó un tiempo comprender que ese
perdón era una cuestión entre ellos y Dios».
«¿Cómo puedes soportar eso?», preguntó el más joven.
El
hombre de más edad le dijo que Dios había hecho por él lo que no
merecía y lo que otros no pueden hacer: murió por nuestros pecados, y
cumple su promesa de alejarlos «cuanto está lejos el oriente del
occidente» (Salmo 103:12) y de no acordarse más de ellos (Isaías 43:25).
Ante
un amor tan grandioso, honramos al Señor al aceptar la suficiencia de
su perdón. Debemos olvidar lo que queda atrás y seguir avanzando
(Filipenses 3:13-14).
La obra de Cristo es suficiente para cualquier pecado.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario