Dr. Charles Stanley
14 de enero de 2015
Principios de la prosperidad
"De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan" (Salmos 24.1).
¿Recuerda
la verdad de que Dios es el dueño de todo? Si tenemos una firme
comprensión de este concepto, y lo aplicamos a nuestra manera de pensar y
al manejo del dinero, habremos dominado el primer principio de la
prosperidad. Si entendemos que todo lo que vemos en nuestro mundo le
pertenece a Él, comenzaremos a comprender que, literalmente, nada es
nuestro; somos simples mayordomos del dinero de nuestro Amo. Como
administradores de su dinero, debemos entender que no tenemos el derecho
de decidir la manera de cómo debe ser gastado o invertido; Dios sí lo
tiene y debe tener la última palabra en este asunto.
El
segundo principio de la prosperidad, es que Dios quiere que sus
recursos sean utilizados de una manera que le glorifiquen. Él no solo es
el dueño de todo, con el derecho de decirnos cómo manejarlo, sino que
también espera que le obedezcamos. Nuestra obediencia en asuntos de
dinero lo glorifica. El Señor quiere que tengamos presente esto para
hacer su obra, satisfacer necesidades básicas, y disfrutar de cosas
buenas.
Así
que, en este nuevo año, haga estas tres preguntas al Señor: ¿Cuánto
quieres que designe para tu obra? ¿Qué porcentaje debe ser para
satisfacer mis necesidades básicas y las de otras personas? ¿Cuánto
quieres que utilice para mi satisfacción personal?
Si
aceptamos que Dios es el dueño de todo, que somos administradores de su
dinero, y que nuestros recursos deben ser utilizados para glorificarlo,
estaremos satisfechos con lo que nos diga en cuanto a cómo utilizar el
dinero que tenemos. ¿Qué tan satisfecho está usted?
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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