sábado, 30 de agosto de 2014

¡Toma la iniciativa!  

Leer: 2 Crónicas 15:1-12
"Asa [...] cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá [...] y reparó el altar del Señor". -2 Crónicas 15:8

Cuando una marmota empezó a comerse nuestro garaje (bueno, solo el reborde), compré una trampa pensando trasladar el animalito a un parque. Puse en el interior una variedad de cosas ricas, y le abrí la puerta. A la mañana siguiente, me entusiasmé al ver un pequeño bicho en mi trampa... hasta que noté que no era una marmota; había atrapado un zorrillo.

Busqué en Internet para ver cómo sacar el zorrillo de la trampa sin que... bueno, no hace falta que te lo diga. Con suma cautela, se describía cómo protegerse mientras se liberaba el animal. Bolsas de plástico, guantes, lonas, mantas, gafas protectoras. La tarea parecía intimidante y peligrosa.
Entonces, mi yerno dio un paso frente para solucionarlo. Simplemente se acercó a la trampa, abrió la puerta y, con unos chorros de agua de la manguera del jardín, persuadió a nuestro amigo con rayas para que saliera.

A veces, nuestros temores pueden guiarnos a no hacer nada. Nos preocupa tanto protegernos que, sencillamente, no damos un paso al frente para solucionar las cosas. Cuando el rey Asa se enteró de que el Señor quería que quitara los ídolos de Israel, «cobró ánimo» (2 Crónicas 15:8). Si lo hacía, tal vez enfrentaría una rebelión, pero dio un paso al frente y, como resultado, la nación se regocijó (v. 15).

¿Estás enfrentando un desafío espiritual? El Señor te ayudará a dar un paso al frente con valentía, y a dejar el resultado en sus manos.  

Valentía es el miedo que ya elevó una oración.

LIBERTAD...

La verdad que nos hace libres
 Dr. Charles Stanley

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8.32).

Gálatas 5.1 (NTV) nos dice: "Cristo en verdad nos ha liberado". La razón por la que podemos conocer la auténtica libertad, es que el Señor "nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó" (2 P 1.3).

La gente dice con frecuencia: "Me gustaría ser cristiano, pero no me atrevo porque no sé si podría vivir a la altura de todo lo que se requiere". Por supuesto que no podrían. Y esa es precisamente la razón por la que se nos ha dado esta espléndida seguridad. Dios dice que se nos ha concedido todo lo que necesitaremos para tener una vida espiritual triunfante.

Sin embargo, la estupenda provisión del Señor comienza sólo después de que ponemos nuestra fe en Cristo para ser salvos. Tenemos que dar el salto de fe antes de que su poder divino se desate en nuestra vida. Una vez que lo hayamos hecho, todo lo demás llegará a nuestra vida, incluyendo valentía, perdón, visión, sabiduría, y más fe en Dios.

Esta promesa es difícil de comprender, ya que parece demasiado buena para ser cierta. Muchas personas apenas la leen, pero no la aceptan. Otras la miran con recelo y se preguntan qué tiene que pasar para que se convierta en una realidad en sus vidas. Al igual que con todas las promesas de Dios, usted debe aceptarla antes de ponerla en práctica. Y aunque aceptar una promesa es una cosa, ponerla en práctica en la vida diaria puede ser algo muy distinto. Solo cuando nos negamos a estar complacidos con el mundo (Jer 2.13) encontraremos la plenitud de esta promesa surtiendo efecto en nosotros.

DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ

Pr. DOLREICH ARTIGAS

LA HUMILDAD...

Ejemplo de humildad


… Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. —Santiago 4:6

Durante la época de Semana Santa, mi esposa y yo asistimos a una reunión en una iglesia donde los participantes procuraban representar los sucesos que Jesús y sus discípulos experimentaron la noche antes de que Él fuera crucificado. Como parte de la reunión, los miembros del personal de la iglesia les lavaron los pies a algunos de los colaboradores voluntarios de la congregación. Mientras miraba, me preguntaba qué expresa más humildad en nuestra época: ¿lavar los pies de otra persona o que alguien lave los nuestros? Tanto unos como otros, los que estaban sirviendo y los servidos, mostraban distintos aspectos de la humildad.
Cuando Jesús y sus discípulos se reunieron para la última cena (Juan 13:1-20), el Señor, en un servicio humilde, les lavó los pies a sus seguidores. Pero Simón Pedro se resistió, diciendo: «No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo» (13:8). Lavar los pies no era un simple ritual; También puede verse como una ilustración de nuestra necesidad de ser limpiados por Cristo; una limpieza que nunca se llevará a cabo si no estamos dispuestos a ser humildes delante del Salvador.
Santiago escribió: «Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes» (Santiago 4:6). Recibimos la gracia de Dios cuando reconocemos su grandeza, ya que Él se humilló a sí mismo en la cruz (Filipenses 2:5-11).
La posición más poderosa en la Tierra es arrodillarse ante el Señor del Universo.
Autor: Editores de Nuestro Pan Diario.
 
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
 
Pr. DOLREICH ARTIGAS

viernes, 29 de agosto de 2014

JESUCRISTO AFIRMO SER DIOS...

  Es quien dice ser...

  Juan 10:30 Yo y el Padre uno somos.

  Roberto estaba sentado a la mesa con sus padres y Emilio, el chico nuevo en el vecindario. En cuanto el papá de Roberto oró dando gracias por los alimentos y terminando con "Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén", Emilio empezó a comentar un montón de cosas que él pensaba de Jesús.

  —Mis padres dicen que no tenemos que orarle a Jesús —empezó diciendo—. Hay muchas otras religiones para seguir. ¿Saben que Jesús nunca dijo que fuera Dios?

  Roberto y sus papás se sorprendieron de que Emilio y su familia tuvieran tantas ideas confusas sobre el cristianismo.

  A pesar de lo que digan las personas como Emilio, no es difícil encontrar en el Nuevo Testamento los lugares donde Cristo afirmó claramente ser Dios.

  Por ejemplo, toma el evento descrito en Juan 5. Algunos líderes judíos estaban enojados porque Jesús había sanado a un paralítico el día de reposo. Jesús le dijo al hombre que enrollara su cama y caminara. Cargar una cama era considerado trabajo, lo cual no era permitido en el día de reposo.

  Uno creería que una sanidad así dejaría contentos a todos. Pero los líderes querían matar a Jesús. ¿Qué los hizo enojar tanto? Observa lo siguiente:

  Juan 5:18  resume la razón por la que los líderes querían matarlo: "...no solo quebrantaba el sábado, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios".

  Jesús dijo: "mi Padre", no "nuestro Padre", y luego agregó: "hasta ahora trabaja; también yo trabajo" (Juan 5:17). Al usar estas dos frases Jesús se hizo igual a Dios, se puso a la misma altura de la actividad de Dios. Los judíos nunca se referían a Dios como "mi Padre", sino sólo como "nuestro Padre". Al afirmar que Dios era su Padre, Jesús se identificaba como uno con Dios. Al decir que estaba trabajando como  el Padre estaba trabajando, sugirió audazmente que era el Hijo de Dios.

  Eso puede sonarnos como un juego de palabras, pero para sus contemporáneos las afirmaciones de Jesús eran sorprendentes; para los líderes religiosos eran tan chocantes que querían darle muerte.

  Más adelante, Jesús no sólo afirmó igualdad con Dios. Dijo que era uno con el Padre (ver Juan 10:30). Los líderes religiosos una vez más comenzaron a juntar piedras allí mismo, preparándose para apedrearlo, todo porque, como dijeron: "tú, siendo hombre, te haces Dios" (Juan 10:33).

  La gente puede decir que Jesús nunca afirmó ser Dios. Pero ignora la verdad. Jesús no escondió el hecho de que era Dios. Su afirmación fue clara. No era un hombre cualquiera. Era el Hijo de Dios. ¡Y quiere que el mundo reconozca esa verdad!

 

  Por Josh McDowell

DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ

Pr. DOLREICH ARTIGAS

ESPERA EN EL, Y EL HARA...

Los momentos más oscuros de la vida 

Leer: 1 Reyes 19:1-8
"Un ángel le tocó [a Elías], y le dijo: Levántate, come". -1 Reyes 19:5

Carlos Whittlesey fue un héroe de héroes. Líder del denominado «Batallón perdido», durante la Primera Guerra Mundial, lo premiaron con la medalla de honor por su valentía cuando su unidad quedó atrapada detrás de las líneas enemigas. Cuando se dedicó la Tumba al soldado desconocido, lo eligieron para que fuera el portador del féretro del primer soldado colocado en ese sitio. Dos semanas después, se presume que terminó con su vida lanzándose de un buque crucero en el medio del océano.

Al igual que Elías (1 Reyes 19:1-7), Carlos era fuerte en público; sin embargo, en los momentos de quietud y privacidad, experimentaba sentimientos de desesperación. Hoy las personas suelen enfrentar situaciones más grandes de las que pueden manejar. A veces, se trata de una desesperación temporal producida por la fatiga, como en el caso de Elías. Éste había logrado una gran victoria sobre los profetas de Baal (18:20-40), pero después, temió perder la vida y huyó al desierto (19:1-3). Sin embargo, normalmente se trata de más que algo desesperante y temporal.  

Por eso, es imprescindible que hablemos de manera franca y misericordiosa de la depresión.
Dios ofrece estar con nosotros en los momentos más oscuros de la vida, lo cual nos permite, a la vez, ser la presencia suya para quienes estén sufriendo. Clamar por ayuda -a los demás y a Dios- puede ser el momento más valiente de nuestra vida.

La esperanza llega con la ayuda de Dios y de los demás.

DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ

Pr. DOLREICH ARTIGAS

¿Era Jesucristo realmente Dios?

Dr. Charles Stanley 
"Yo y el Padre uno somos" (Jn 1.30).

La divinidad de Jesucristo es uno de los temas más controvertidos que enfrenta todo ser humano. También es el más importante. Nuestra fe depende de esta pregunta.

Hay muchos que dicen que creen en Jesús y en Dios, pero no creen que Jesús sea verdaderamente Dios. Sin embargo, creen muchas cosas buenas sobre Él. Lo aceptan como un maestro. Se maravillan de Él como sanador. Lo reverencian como filósofo, revolucionario y reformador social. Pero no pueden (o no quieren, más bien) aceptarlo como Señor.

Quiero ser muy claro en este asunto. Usted puede creer todas estas cosas maravillosas en cuanto a Jesús. Puede alabarlo como un profeta enviado por Dios todopoderoso. Pero si no acepta que es uno con Dios -el Salvador que murió por los pecados de usted- entonces no le conoce en absoluto.

Ahora bien, usted puede haber escuchado a personas argumentar que el mismo Jesús en realidad nunca dijo ser Dios. Esto simplemente no es verdad. Una y otra vez en los evangelios, Jesús se pone a sí mismo en pie de igualdad con el Padre y el Espíritu Santo (Jn 10.30; 14.6-14). La verdad es que si Jesús no era verdaderamente el Hijo de Dios, entonces, como apuntó C. S. Lewis, era un loco o el mentiroso más detestable del mundo.

Si usted no sabe la respuesta a esta pregunta, no deje pasar otro minuto sin dar los pasos para conocer la respuesta. Tómese el tiempo para examinar los evangelios. Hable con su pastor o con amigos creyentes. Tome la decisión final y personal en cuanto a esta pregunta trascendental: "¿Era Jesucristo realmente Dios?"

DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ

Pr. DOLREICH ARTIGAS

 

NOMBRES DE JESUCRISTO...

 
Nombres de Jesucristo
El nombre 'Hijo' indica la filiación esencial que Jesucristo tiene con Dios; no una filiación jurídica, como es el caso de la adoptiva, sino de esencia.
27 DE AGOSTO DE 2014
En nuestro tiempo el nombre que lleva alguien depende de un conjunto de factores, entre los cuales juegan un papel primordial la moda, los famosos o lo bien que suena al oído. Antiguamente, al menos en los pueblos de España, era costumbre poner al recién nacido el nombre de alguien de la familia, de ahí que ciertos nombres se multiplicaran en los clanes familiares. Pero los nombres en la Biblia tienen un significado que va más allá del sonido más o menos agradable que puedan tener, denotando el carácter de la persona. Claro que hay ejemplos en los que el nombre está en flagrante contradicción con el personaje, como es el caso del rey Sedequías, que significa "Jehová es mi justicia" aunque en realidad fue un hombre que vivió a espaldas de Dios.

Pero en el caso de Jesucristo sus nombres van en consonancia con su significado, que tiene un alcance trascendental. Uno de ellos es el de Hijo, que indica la comunión de naturaleza que tiene con el Padre. No es solamente comunión de voluntad, algo en lo que la criatura puede coincidir con el Creador, sino de naturaleza, lo que ninguna criatura, por definición, puede compartir con el Creador. El nombre  Hijo,  en cambio, indica la filiación esencial que Jesucristo tiene con Dios; no una filiación jurídica, como es el caso de la adoptiva, sino de esencia, al haber sido engendrado, en una generación inefable y eterna, por el Padre. Así como los padres trasmitimos a nuestros hijos nuestra naturaleza humana, así el Padre trasmitió su naturaleza divina al Hijo.

Aunque la analogía humana sólo es correcta hasta cierto punto, pues se puede ser humano sin ser padre, mientras que en Dios ser Padre no es algo contingente sino inherente a su naturaleza, lo cual indica que Dios ha sido siempre Padre, deduciéndose de ello que siempre ha tenido un Hijo. Por tanto, el Hijo es sin principio en el tiempo y si ser Padre en Dios es una propiedad eterna es obvio que la filiación del Hijo es también eterna. Así pues, Padre e Hijo han estado siempre en esa relación personal, no habiendo cabida en Dios para la soledad o la falta de compañía. Eso significa que Dios no tuvo necesidad de crear el mundo para tener algo con lo cual relacionarse o para poder entretenerse, pues la relación Padre-Hijo colmaba perfectamente todas las expectativas. El mundo, pues, es un producto de la voluntad de Dios y por consiguiente algo que fue pero podía no haber sido, a diferencia del Hijo, cuya existencia es necesaria.

La exclusividad de esa filiación, es decir, que Dios tiene un solo Hijo, viene determinada por el nombre de unigénito, que es distintivo de Juan en sus escritos ( i ). Algunas traducciones modernas y populares de la Biblia tienden a utilizar otros términos en vez del de unigénito; pero al hacerlo escamotean la gran doble verdad que tal palabra trasmite: que esa filiación es por vía de generación y que es única. Todas las demás referencias en la Biblia a los hijos de Dios tiene un carácter simbólico o de adopción, pero la palabra  unigénito  marca la diferencia, enseñándonos que quien la lleva ha sido engendrado por Dios desde la eternidad y en esa generación el Padre le ha comunicado al Hijo todo lo que él es, de manera que todo cuanto tiene el Padre lo tiene también el Hijo. No cabe pensar que como ocurre en la generación humana el padre es en el tiempo antes que el hijo, pues ya hemos dicho que en Dios ser Padre no es algo accidental o agregado a su naturaleza, sino parte intrínseca de la misma, de ahí que el Padre no sea anterior en el tiempo al Hijo.

Un texto que muestra la comunión de naturaleza entre Padre e Hijo es Mateo 11:27, donde el conocimiento que tienen ambos es recíproco y exhaustivo. Si el Padre fuera inabarcable para el Hijo, por ser de naturalezas distintas, el Hijo sólo lo podría conocer de forma parcial, tal como sucedió con Moisés, a quien Dios le dijo, en lenguaje antropomórfico: "Verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro." ( ii ) Maimónides, el famoso exégeta judío nacido en Córdoba, interpretó esa frase de esta manera: "La auténtica realidad de mi existencia es inaprehensible" ( iii ). Algo que el apóstol Juan ya había destacado, al decir: "A Dios nadie le vio jamás ( iv )." Y la razón de ello es evidente: La criatura no puede abarcar al Creador. Pero si Jesucristo afirma en Mateo 11:27 que él conoce al Padre de la misma manera que el Padre le conoce a él, eso quiere decir que entre ambos hay una igualdad de naturaleza, expresada en la igualdad de conocimiento. Pero ¿cómo se puede conocer exhaustivamente al que es infinito si no es porque el conocedor es infinito también? Lo finito no puede abarcar lo infinito. Luego Jesucristo tiene una naturaleza infinita (del latín, sin límite), que es la misma que tiene el Padre.

Sólo lo absoluto puede comprender lo absoluto. Por eso, las profundidades del Padre no son un misterio indescifrable para el Hijo sino algo que conoce perfectamente. De otra manera estaríamos ante alguien que simplemente sería uno más en la lista de los que han venido trayendo una revelación parcial de Dios. Pero el autor de Hebreos contrasta las revelaciones inconclusas de los profetas con la revelación definitiva que trae el Hijo ( v ), subrayando esa diferencia por la diferencia que hay entre la palabra profetas y la palabra  Hijo.

La importancia del nombre Hijo no puede subestimarse, sin peligro de caer en el error, siendo una declaración incontrovertible de la divinidad, o deidad, de Jesucristo.

.....
 
 i  Juan 1:14,18; 3:16,18; 1 Juan 4:9
 
 ii  Éxodo 33:23
 
 iii  Guía de perplejos, capítulo 37
 
 iv  Juan 1:18
 
 v  Hebreos 1:1-2
 
 
Autores: Wenceslao Calvo
 
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
 
Pr. DOLREICH ARTIGAS

PUEDES VENCER LA TENTACION...


  Venciendo la oposición satánica

  Efe 6:10-12 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra  principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

  A través de los siglos, Satanás ha acusado, sitiado y maltratado a los creyentes en un esfuerzo por impedir que vivan para la gloria de Dios. Intenta arrebatar el mensaje del evangelio del corazón de las personas aún antes de que ocurra la salvación (Mat 13:19) Bombardea a los creyentes con falsas doctrinas tratando de confundirlos y distraerlos de la verdad bíblica (Efe 4:14)

  Martín Lutero informó que su conflicto con Satanás se volvió tan intenso que en un punto era como si pudiera verlo. En enojo por los ataques incesantes de Satanás, Lutero tomó su tintero y se lo arrojó. Golpeó la pared con un gran estruendo salpicando de tinta todo el cuarto. Las manchas permanecieron por varios años, recordando a todo el que las viera de cuán vívido puede ser el conflicto espiritual.

  Quizá no hayas experimentado algo como el intenso conflicto de Martín Lutero, pero la guerra espiritual es igual de real para ti como lo fue para él. Estás en combate mortal contra Satanás y sus fuerzas malignas. Por eso Pablo dijo: "nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra... huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales" (Efe 6:12)

  Lucha, en ese verso, habla de combate cuerpo a cuerpo, vida o muerte, el tipo de lucha que experimentó Cristo mismo cuando estuvo en la tierra. Él se encontró con oposición y persecución en cada esquina. Lo mismo fue cierto para  Pablo y los otros apóstoles cuando trataron con judíos religiosos, paganos, hechiceros y gente endemoniada que trataron de frustrar sus esfuerzos misioneros.

  Los embates de Satanás pueden parecer abrumadores en ocasiones, pero no te desanimes. Míralos como lo que son: esfuerzos desesperados de enemigos derrotados por dañar un ejército conquistador. El Señor te fortalecerá y protegerá, así como protegió a todos los creyentes que fueron antes que tú.

  Por John MacArthur



DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ





Pr. DOLREICH ARTIGAS