Frente a la depresión
Esperanza para no quitarse la vida
El
suicidio de Robin Williams recuerda la vulnerabilidad a la que se
encuentran expuestas las personas con tendencias depresivas. Pero ese
es un problema del que se puede salir.
Robin Williams falleció el lunes 11 de agosto.
14 DE AGOSTO DE 2014, MADRID
El suicidio es una de las 20 causas más importantes de defunción
en el mundo para cualquier rango de edad, con un millón de muertes cada
año. Casos como el del famoso actor Robin Williams da muestra de que
es un problema que va más allá del estatus económico o social de
cualquier persona.
Los profesionales de la salud mental están de acuerdo en que las
enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por
consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las
sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales
constituyen importantes factores de riesgo de suicidio.
Los resultados muestran también que alrededor del 60% de las
personas que luchan contra pensamientos o conductas suicidas no reciben
ningún tipo de ayuda.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las estrategias
más eficaces para prevenir el suicidio son la restricción del acceso a
los medios de suicidio, como sustancias tóxicas y armas de fuego; la
identificación y tratamiento de las personas que sufren trastornos
mentales y consumo de sustancias; la mejora del acceso a los servicios
de salud y la asistencia social; y la cobertura responsable de las
noticias sobre suicidios en los medios.
COBERTURA MEDIÁTICA "A MEDIAS"
A pesar de que hay tantos casos, el suicidio es un tema tabú que
los medios silencian por el llamado "efecto imitación". Los familiares y
personas que rodean a este problema no hablan de ello, pero muchos
profesionales están trabajando para que esto cambie y poder dar la
vuelta a las estadísticas.
Carmen Tejedor, psiquiatra, lleva más de 30 años investigando el
suicidio. En 2006 implantó un programa que redujo en un 23% el reintento
de suicidio en sus pacientes. Tejedor definía al suicida como aquel
que "quiere poner fin a una situación que considera intolerable. Su
sufrimiento puede estar causado por varios motivos: sentirse maltratado
por la sociedad, anticipar desgracias, o el grupo más numeroso, el que
quiere poner fin a su sufrimiento".
LAS CAUSAS
El psicólogo Esteban Figueirido explica que el 90% de los casos
tienen su causa en alguna enfermedad mental. El 10% que no está
vinculado con ellas "llama la atención, aunque la realidad es que la
persona, en el momento en que se suicida suele encontrarse en un
estancamiento o deterioro psicológico importante".
"Por la causa que sea, el afectado se encuentra en desequilibrio y
el trasfondo es la desesperanza y la desesperación, entendiendo que
quitarse la vida, para él o para ella, es el único camino que puede
aliviar su dolor o resolver la situación en la que se encuentra. Así
que esa decisión no es por enajenamiento mental, ni por un mero
impulso, sino por ser la conclusión 'racional' a la que llega la
persona", explica Figueirido, presidente del Grupo de Psicólogos
Evangélicos en España.
La doctora Tejedor afirmaba también que hay diferencias evidentes
entre hombres y mujeres: "Las mujeres intentan suicidarse tres veces
más que los hombres, sin embargo los hombres son los que finalmente
consumen el suicidio más que las mujeres", sigue explicando la doctora.
SE PUEDE PREVENIR
La buena noticia es que si este problema se reconoce como tal y
deja de silenciarse, puede detectarse y trabajar con ello de forma más
efectiva, provocando así que el número de personas que deciden quitarse
la vida en nuestro país disminuya considerablemente.
El suicidio se puede prevenir. En España no existe un plan global
de prevención de suicidio y cada hospital desarrolla cada plan de
actuación.
Pese a que algunos familiares afectados por este problema creen que
las ayudas son insuficientes o erróneas, profesionales del sector
afirman que "el 70% de los reintentos de suicidio constituyen a todos
aquellos que no hemos conseguido vincular a estos servicios de ayuda,
por tanto tenemos un programa bastante eficaz".
LOS MÁS AFECTADOS
Los adolescentes y los mayores de 65 años presentan la mayor tasa
de suicidio consumado. En el caso de los mayores de 65 años, suele verse
conectado con la soledad o enfermedad.
"Cuando una persona mayor dice 'yo ya he hecho lo que tenía que
hacer en la vida, soy una carga, por eso voy a suicidarme', esta
lucidez está tan desprovista de vida que es realmente muy poco libre",
dice Tejedor.
En el caso de los adolescentes esto sucede porque suelen tener más
dificultades en la toma de decisiones. "Si les dotamos para aprender a
dar múltiples soluciones posibles a un problema, seguramente no se
planteen el suicidio como una opción", explicaba Joaquim Puntí,
psicólogo clínico juvenil.
El tener unas expectativas altas sobre algo concreto puede
generarles un malestar emocional. Si a esto añadimos que el adolescente
es alguien de carácter impulsivo y le sumamos una baja tolerancia a la
frustración, empezará a realizar conductas negativas. Sin embargo, si a
esta persona se le enseña que tiene más alternativas y opciones se
puede reducir el riesgo de suicidio. "La idea es que los adolescentes
se sientan más competentes a la hora de tomar decisiones."
MANTENER LA ESPERANZA
Esteban Figueirido, psicólogo, afirmaba acerca del suicidio para
Protestante Digital: "A mucha gente se le pasa por la cabeza, otros
tienen intentos y algunos lo consiguen. Aunque no es una problemática
nueva, es cierto que la situación económica que vivimos con todas sus
consecuencias, hace que se vea el suicidio como una manera de salir de
una situación insostenible".
Sin embargo, el suicidio no sólo acontece por una situación de
crisis económica, sino que se vincula más a una problemática más
profunda. "No creo que sea la solución de raíz, decir que si
restauramos nuestra situación económica haremos desaparecer o disminuir
esa problemática. El problema tiene más fondo. Principalmente lo que
las personas necesitan para no desear y menos ejecutar un suicidio, es
tener esperanza".
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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