"Yo y el Padre uno somos" (Jn 1.30).
La
divinidad de Jesucristo es uno de los temas más controvertidos que
enfrenta todo ser humano. También es el más importante. Nuestra fe
depende de esta pregunta.
Hay
muchos que dicen que creen en Jesús y en Dios, pero no creen que Jesús
sea verdaderamente Dios. Sin embargo, creen muchas cosas buenas sobre
Él. Lo aceptan como un maestro. Se maravillan de Él como sanador. Lo
reverencian como filósofo, revolucionario y reformador social. Pero no
pueden (o no quieren, más bien) aceptarlo como Señor.
Quiero
ser muy claro en este asunto. Usted puede creer todas estas cosas
maravillosas en cuanto a Jesús. Puede alabarlo como un profeta enviado
por Dios todopoderoso. Pero si no acepta que es uno con Dios -el
Salvador que murió por los pecados de usted- entonces no le conoce en
absoluto.
Ahora
bien, usted puede haber escuchado a personas argumentar que el mismo
Jesús en realidad nunca dijo ser Dios. Esto simplemente no es verdad.
Una y otra vez en los evangelios, Jesús se pone a sí mismo en pie de
igualdad con el Padre y el Espíritu Santo (Jn 10.30; 14.6-14).
La verdad es que si Jesús no era verdaderamente el Hijo de Dios,
entonces, como apuntó C. S. Lewis, era un loco o el mentiroso más
detestable del mundo.
Si
usted no sabe la respuesta a esta pregunta, no deje pasar otro minuto
sin dar los pasos para conocer la respuesta. Tómese el tiempo para
examinar los evangelios. Hable con su pastor o con amigos creyentes.
Tome la decisión final y personal en cuanto a esta pregunta
trascendental: "¿Era Jesucristo realmente Dios?"
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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