Nos necesitamos unos a otros
1Co 12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
El Espíritu Santo utiliza a los creyentes para ministrar a otros creyentes.
Siguiendo la misma línea con el énfasis de la cultura moderna
independiente, es fácil decir "si tengo al todo-suficiente Espíritu
Santo viviendo en mí, eso es todo lo que necesito para vivir mi vida
cristiana" Eso es verdad, pero debido a que no estás completamente
santificado, no siempre le permites al Espíritu hacer plenamente Su
obra. Por lo tanto, Dios necesita usar a otros creyentes para ministrar
del Espíritu corrección, exhortación o ánimo.
La Biblia es muy clara con respecto a esto. La Epístola de los Hebreos
dice que Dios quiere seguidores que no vacilen en su profesión de fe. Y
una forma primaria en que los cristianos cumplirán eso es al reunirse
regularmente y estimularse seriamente unos a otros a amar y a las buenas
obras (Heb 10:23-25)
No tenemos que buscar lejos para el escenario apropiado en el cual
reunirnos regularmente y animarnos unos a otros. Es cualquier iglesia
local que cree en la Biblia que esté ejercitando sus dones espirituales.
Estos dones especiales simplemente son los canales amorosos por los
cuales el Espíritu Santo ministra a aquellos dentro de la comunidad de
creyentes.
El verso de hoy sugiere que cada uno de nosotros tiene un don, y esta
verdad está explicada de forma más amplia en el verso 11 "Pero todas
estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en
particular como él quiere" Aquí el apóstol Pablo revela una forma más en
la cual el Espíritu Santo soberanamente nos ayuda a madurar.
Lo que es notable acerca de la obra del Espíritu a través de nosotros
es que nos convertimos en extensiones de Su voz. Quizá hayas pensado en
esa comparación en ocasiones cuando has compartido el evangelio con los
perdidos. Pero la analogía encaja igual de bien cuando alcanzas y
ministras a alguien dentro de tu iglesia. La idea de ser una extensión
del ministerio del Espíritu Santo debe animarte hacia una mayor
fidelidad en usar tus dones espirituales para ayudar a otros creyentes.
De la misma manera, debe hacerte más sensible a la obra correctiva y
edificante del Espíritu en tu vida cuando otros se acercan a ti para
ministrarte (Col 3:12-13)
Por John MacArthur
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario