viernes, 19 de septiembre de 2014

DIOS TE CONOCE...

Ser conocidos 

Leer: Santiago 5:16-20

"Mi pecado te declaré [...]. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la maldad de mi pecado". -Salmo 32:5

Uno de los conflictos internos más difíciles que nosotros tenemos, es el deseo ser conocidos, pero al mismo tiempo el temor de que nos conozcan. Como seres creados a la imagen de Dios, somos hechos para ser conocidos, por Él y por los demás. Sin embargo, debido a nuestra naturaleza caída, todos tenemos debilidades y pecados que no queremos que los demás descubran. Usamos la frase «lado oscuro» para referirnos a aspectos de nuestra vida que mantenemos escondidos. También empleamos dichos, tales como «trata de causar una buena impresión», para animar a otros a mostrar su mejor lado.

Una de las razones por las que no queremos arriesgar que nos conozcan, es el temor al rechazo y el ridículo. Pero, cuando descubrimos que Dios nos conoce, nos ama y está dispuesto a perdonar aun lo peor que tenemos, el temor a que Él nos conozca empieza a desaparecer. Y, cuando encontramos una comunidad de creyentes que entienden la relación dinámica que hay entre el perdón y la confesión, nos sentimos seguros al confesarnos nuestros pecados los unos a los otros (Santiago 5:16).

La vida de fe no se trata de mostrar solamente nuestro lado bueno. Se trata de poner al descubierto el lado oscuro a la luz de Cristo, por medio de la confesión a Dios y a los demás. De este modo, podemos recibir sanidad y vivir en la libertad del perdón.  

«La voz del pecado puede ser fuerte, pero la del perdón es mayor». -D. L. Moody

DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PA

Pr. DOLREICH ARTIGAS

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