Una razón para celebrar
Dr. Charles Stanley
"Pero
cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo
la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos" (Gálatas 4.4,
5).
En
la temporada navideña, de lo que más pensamos en cuanto a la vida de
Jesús es, por supuesto, su nacimiento. Usted escucha predicaciones
acerca de ese tema, ve pesebres por todas partes, y tal vez hasta note
que se hace referencia a la historia de Belén en los medios seculares.
Pero lo que olvidamos con facilidad en esta época del año, es la razón
por la que vino ese pequeño bebé. Nació para morir.
Ahora
bien, es posible que a usted no le guste pensar en eso. Puede ser que
esté preparando comida para una reunión familiar o decorando
hermosamente su casa, y por eso no quiere pensar en la muerte brutal que
esperaba al tranquilo bebé que se encuentra en el centro de la escena
del pesebre. Sin embargo, ¿cómo podemos realmente celebrar el nacimiento
de Cristo, sin tener en cuenta la razón de su venida?
El
Señor Jesús tuvo un propósito en la vida. Desde el momento que apareció
aquella noche en Belén, vivió su vida en misión para el Padre. Vino a
mostrarnos quién es Dios realmente. Vino a enseñarnos cómo vivir, andar y
hablar como personas espirituales. Pero lo más importante, vino para
que nosotros pudiéramos tener la relación plena e íntima con el Padre
que Él conocía tan bien. La tarea del Señor Jesús fue lograr nuestra
salvación. Esa victoria le costaría su vida.
Por
tanto, al celebrar la Navidad, no perdamos nuestro enfoque. Al poner
nuestras alabanzas al pie del pesebre, no olvidemos que Él vino para que
podamos poner nuestros pecados al pie de la cruz. Este es el regalo de
Navidad del Señor Jesús para usted.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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