Dr. Charles Stanley
22 de diciembre de 2014
Para difundir la luz en el mundo que le rodea
Leer | Mateo 5.14-16
"Vosotros sois la luz del mundo" (Mt 5.14)
Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo" (Jn 8.12); y también a sus seguidores -que incluye a los cristianos de hoy- "Vosotros sois la luz del mundo" (Mt 5.14).
Ambas declaraciones son ciertas, porque los creyentes actuamos como
linternas de Cristo. Aunque no somos la Luz, somos portadores de la Luz.
Las
personas que están dando tumbos en las tinieblas del pecado y la
desesperación, pueden observar a los creyentes y ver esperanza. Desde
nuestro interior brilla la verdad de Jesucristo -el mensaje de la
salvación por el perdón de los pecados. Permitimos que Él se mantenga
brillando, no solo cuando comunicamos la verdad, sino además cuando
somos un reflejo de Cristo. El buen testimonio capta la atención de los
demás porque es muy diferente al estilo de vida del mundo, y hace que
otros deseen conocer a Jesús.
Reflejar
a Jesucristo en el mundo es la tarea dada por Dios a los creyentes; por
tanto, nuestra llama tiene que mantenerse brillando. Eso significa
mantener nuestra relación con Dios, dedicando tiempo a la oración y a la
lectura de su Palabra. De lo contrario, tomaremos decisiones
imprudentes, nuestro fervor por el Señor comenzará a disminuir, y los
incrédulos no podrán ver contentamiento o gozo en nosotros. También
debemos mantener limpia nuestra linterna, resistiendo la tentación. El
pecado ensucia el testimonio del creyente.
Es
un grandioso honor reflejar a Jesús en el mundo. No permita que la
negligencia o el pecado opaquen su llama. Alguien en su esfera de
influencia necesita su "linterna" que le guíe a la verdadera Luz del
mundo.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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