Un amigo constante
Dr. Charles Stanley
"Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio" (Proverbios 6.6)
¿No
es curioso lo que Dios puede utilizar para enseñarnos las cosas más
fundamentales? El libro de Proverbios nos dice que si queremos ser
sabios, ¡debemos mirar a una diminuta hormiga! Si somos capaces de
aprender sabiduría viendo la manera en que actúan las hormigas, ¿dónde
más podemos encontrar algunas lecciones importantes?
Permítame
contarle algo que me sucedió. Durante muchos años, tuve un perro -un
schnauzer alemán que se llamaba Rommel. Todas las tardes, cuando llegaba
con mi auto a casa, Rommel corría a saludarme. Muchas veces, parecía
como si estuviera diciendo: "¡Bienvenido a casa, señor! ¡Todo está bajo
control aquí!"
Ahora
bien, a veces tenía que corregir a Rommel por algo que había hecho, o
por causar algún accidente en la casa una que otra vez. Sin embargo, no
importa lo que yo hiciera -ya fuera disciplinarlo, jugar con él o
ignorarlo- él nunca parecía amarme menos. Rommel siempre estaba feliz de
verme, y en todo momento quería estar conmigo.
Un
día, mientras estaba jugando con mi mascota, el Señor grabó una verdad
en mi corazón. Miré a ese perro, y le dije: "Rommel, no importa lo que
yo haga, tú siempre me amas. Me gustaría ser la clase de amigo que
eres".
Esta
toma de conciencia me enseñó algo en cuanto al Señor. Él nunca cambia, y
su amor nunca disminuye, no importa lo que yo haga o cómo le trate. El
Señor es el mismo ayer, hoy y mañana. Y su amor es siempre constante. Si
un perro puede ilustrar con su ejemplo esta sencilla verdad, nosotros
no debemos desear hacer menos.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario