Dr. Charles Stanley
19 de diciembre de 2014
Cómo encontrar el favor de Dios
Leer | Génesis 6.7-9
" Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová" (Gen 6.8)
La
gente se esfuerza por ganarse la aprobación y el apoyo de los jefes,
los padres o los amigos. Como creyentes, anhelamos el favor de Dios, y
qué bendición tan grande es que Él nos lo concede libremente: "Cuán
grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la
vista de la gente derramas sobre los que en ti se refugian" (Sal 31.19 NVI).
Lamentablemente,
muchos no prestan atención a las evidencias de la bondad de Dios. Él
provee para las necesidades, pone un límite a los sufrimientos, escucha y
responde las oraciones y concede los deseos del corazón. La ayuda, el
aliento y la provisión son bendiciones del Todopoderoso. Todo lo bueno
que se nos cruza en el camino procede de su mano (Stg 1.17).
Pero
el favor de Dios no es caprichoso, como algunos creen; Él no muestra
bondad a algunos, y la niega a otros por capricho. Las acciones de un
creyente como resultado de la fe son las que marcan la diferencia.
Pensemos en Noé, quien "caminó con Dios" (Gn 6.9).
El deseo de Noé de mantener una relación correcta con el Señor cada día,
y su adoración a Él, tuvieron como resultado que toda su familia fue
salvada del diluvio que limpió a la Tierra. Ese es un ejemplo
verdaderamente impresionante del favor divino.
Otra manera que tenemos para encontrar el favor de Dios es acatando sus mandamientos (Pr 3.1-4).
Los creyentes deben deleitarse en la Palabra de Dios para conocer la
voluntad del Señor y poner en práctica sus preceptos. Cuando nuestro
corazón está inclinado hacia nuestro Padre celestial, nos volvemos más
como Él. Por tanto, su favor se vierte en cada rincón de la vida del
creyente.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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