Por Dennis Fisher
LEER: 1 Tesalonicenses 2:1-7
"Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos". -1 Tesalonicenses 2:7
El
pasatiempo de Marcos es una pequeña granja. Hace poco, cuando fue a ver
las vacas que criaba, ¡se sorprendió al ver un ternero recién nacido!
Cuando compró el ganado, no sabía que había una preñada.
Lamentablemente, la vaca tuvo complicaciones y murió poco después del
parto. De inmediato, Marcos compró leche en polvo para alimentar al
ternero con un biberón. «¡El ternero cree que soy su madre!», dijo él.
Esta
tierna historia del nuevo papel de Marcos me recuerda a Pablo, cuando
se comparó con una madre amorosa, al ocuparse de los creyentes en
Tesalónica: «Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que
cuida con ternura a sus propios hijos» (1 Tesalonicenses 2:7).
Pablo
adoptaba la actitud de una nodriza cuando le enseñaba a la gente. Sabía
que los creyentes necesitaban «la leche» de la Palabra de Dios para
crecer espiritualmente (1 Pedro 2:2), pero también prestaba especial
atención a las necesidades de aquellos a quienes cuidaba: «... sabéis de
qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada
uno de vosotros, y os encargábamos que anduvieseis como es digno de
Dios» (1 Tesalonicenses 2:11-12).
Al
servirnos unos a otros, hagámoslo con el cuidado tierno y amoroso de
nuestro Salvador, estimulándonos unos a otros en nuestro periplo
espiritual (Hebreos 10:24).
Dios derrama su amor en nuestro corazón para que fluya hacia los demás.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario