La gracia para seguir adelante
Dr. Charles Stanley
"Que seáis sabios para hacer lo bueno e inocentes para lo malo" (Ro 16.19, LBLA).
"No
soporto más". "Me rindo". "Renuncio". Estas son palabras que pueden
afectar profundamente la vida de otros, así como la nuestra. Veamos tres
factores importantes que podrían causar que expresemos estos
sentimientos.
Primero,
Satanás y la influencia de sus ángeles caídos pueden hacer que
decidamos alejarnos del plan de Dios y que busquemos una manera
inmediata de salir de los problemas. El diablo trata de redirigir
nuestra atención de la esperanza en Jesucristo, a nuestras emociones
negativas. Su estrategia es hacer que nos sintamos desanimados e
impotentes para que seamos menos efectivos para Dios.
La
segunda razón por la que dejamos de seguir el plan de Dios es la
influencia de nuestra cultura. Los incrédulos están siempre listos para
dar sus consejos a los creyentes, y con mucha frecuencia encontramos
atractivos los métodos y la "sabiduría" del mundo. Se necesita la
dirección divina si queremos diferenciarnos del pensamiento de los no
creyentes, y aun así permanecer lo suficientemente cerca de ellos para
poder comunicarles el sentir y el mensaje de esperanza de Dios.
Tercero,
nuestras inclinaciones naturales están en conflicto con nuestra nueva
naturaleza, lo que nos tienta a abandonar el camino de Dios (Ro 8.8).
El sacrificio no es cómodo; nuestra tendencia innata es hacer lo que
nos haga sentir bien, y que sea para beneficio nuestro o de las personas
que amamos.
Dios
declara que su gracia es suficiente para que sigamos adelante en toda
situación. Lo cual significa que nunca tendremos por qué darnos por
vencidos.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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