El doctor Dubois cuenta que a un
prisionero condenado a muerte se le vendaron los ojos y se le dijo que
le iban a cortar la arteria del brazo y que un grupo de médicos estaría
observando cuánto tiempo tardaría en morir.
En seguida, se le pasó una navaja por la
piel sin hacerle ningún corte y se dejó correr agua a través de un
tubo, la cual iba cayendo en una vasija puesta debajo del brazo.
Los doctores entre tanto comentaban sobre la debilidad del pulso y el supuesto estado del prisionero a medida que se desangraba.
El preso creyó tan confiadamente en todo
lo que los doctores aseguraban, que su sistema nervioso se vio afectado
de tal manera que su corazón acabó paralizándose y pensando que se
estaba desangrando murió realmente de ansiedad y miedo.
Todos hemos pasado por momentos de
ansiedad, presión, estrés, frustración, tensión y hemos sentido que todo
el peso que cargábamos nos estaba destruyendo.
El estrés es simplemente una respuesta
fisiológica del organismo como defensa a una situación que se interpreta
como amenazante. De alguna forma, es algo necesario para la
supervivencia. Sin embargo, cuando se sobrecarga empiezan a aparecer las
enfermedades, los problemas de memoria, las alteraciones de ánimo,
cansancio excesivo, depresión y otros síntomas más.
En ocasiones es muy difícil no sentirse
ansioso pero cuando las circunstancias desbordan nuestra capacidad y
nuestras fuerzas lo mejor es descansar.
“Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,
con acción de gracias”. Filipenses 4:6
Cuando nuestras fuerzas parecen terminar
y nos sentimos atrapados, lo mejor es depositar nuestras cargas en Dios
y descansar. ¿Quién mejor que Él para encargarse del problema?
No importa la situación por la que estés
pasando, puede tratarse de problemas familiares, económicos, de salud o
quizás una combinación de ellos; lo importante es que no los escuches,
no permitas que destruyan tu vida como sucedió con el prisionero, quien
por estar escuchando lo que decían los médicos murió cuando realmente no
había un verdadero motivo.
Recuerda siempre que Dios tiene un plan para ti y que Él siempre será tu ayudador, tu proveedor, el que renueva tus fuerzas.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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