El amor perfecto de Dios
Dr. Charles Stanley
"Así
manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito
al mundo para que vivamos por medio de él" (1 Jn 4.9 NVI)
Fuimos
creados para ser miembros de la familia de Dios y recibir su amor
perfecto. De hecho, por el sacrificio de su Hijo Jesucristo, Él demostró
lo mucho que nos ama.
Cuando
recibimos a Cristo como nuestro Salvador, nos convertimos en hijos de
Dios y experimentamos su amor incondicional. El amor que Dios nos tiene
no varía en calidad ni cantidad. Nunca terminará, y ni aun disminuirá.
Ninguna circunstancia puede hacer que el Señor deje de amarnos. Varios
relatos del Nuevo Testamento ejemplifican esto:
*
Pensemos en el centurión romano que le pidió a Jesús que sanara a su
criado. ¿Fue ignorada la petición del soldado, porque no era uno del
pueblo elegido de Dios -los judíos? No. Al ver la fe genuina del hombre,
el Señor le concedió su petición por amor a él (Lc 7.2-10).
* Jesús dio su perdón al ladrón en la cruz, que puso su fe en Él (23.39-43).
*
Antes de su conversión, Saulo de Tarso estaba convencido de que Jesús
no era el Mesías prometido, y de que sus seguidores debían ser
reprimidos. Por eso, el futuro apóstol Pablo persiguió a los judíos
cristianos, y profirió amenazas de muerte contra la iglesia. El amor de
Dios no dejó fuera ni siquiera a un enemigo de sus hijos. En el camino
de Damasco, el Señor se le apareció con un ofrecimiento de salvación, y
le encomendó un gran trabajo -la evangelización de los gentiles (Hch 9.15).
La
mente humana no puede comprender plenamente el amor divino. En Cristo,
los ladrones, los perseguidores y quienes puedan parecer los menos
probables, son todos amados por igual.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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