Dr. Charles Stanley
"Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina" (2 Ti 4.2).
En
su segunda carta a Timoteo, Pablo le encarga la tarea de predicar la
Palabra de Dios, y de amonestar y reprender con mucha paciencia (2 Ti 4:2).
Es poco probable que un pastor pueda tener un trabajo más difícil que
éste, ya que pocas personas responden bien a la corrección. Lo que usted
hace cuando es criticado es un buen indicador de la madurez de su fe.
La Biblia nos dice que "el que tiene en poco la disciplina se desprecia a
sí mismo", mientras que "el que escucha las reprensiones adquiere
entendimiento" y "morará entre los sabios" (Pr 15.31, 32 LBLA).
Cada
vez que enfrentamos la crítica podemos aceptar la corrección y crecer, o
rechazarla y comenzar a descender por la resbaladiza pendiente descrita
en 2 Timoteo 4. En este pasaje, Pablo habla de la
conducta de quienes se cansan de la corrección. Dice que rechazarán la
sana doctrina y que, en vez de eso, buscaran maestros que les digan lo
que quieran escuchar (v. 3). Esto significa que
tratarán de buscar iglesias o maestros de religión que no pongan en
práctica todas las amonestaciones de Dios y su Palabra. Entonces
"apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas" (v. 4).
No
podemos permitirnos "apartar nuestros oídos", ni siquiera de críticos
que sean inmaduros, ignorantes o mal intencionados. Recuerde que, si
Dios habló por medio de la asna de Balaam (Nm 22.28),
Él puede hablar por medio de cualquiera. Esté, entonces, atento para
mantener los oídos abiertos a la voz de Dios, sin importar la forma en
que ella pueda venir.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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