Por David C. McCasland
Lectura: 2 Corintios 11:23-31
"Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad". -2 Corintios 11:30
Se
estima que, en el mundo entero, los viajeros frecuentes han acumulado
más de catorce billones de millas en vuelos. Todo empezó a principios de
la década de 1980, cuando las aerolíneas lanzaron el primer programa de
viajeros frecuentes para estimular a los viajeros a seguir volando, al
ofrecer recompensas por su lealtad. Las millas acumuladas podían
intercambiarse por viajes, artículos y servicios gratuitos. Al poco
tiempo, muchos comenzaron a planificar sus viajes tanto por las
recompensas personales como por los precios u horarios.
El
apóstol Pablo era un viajero apasionado del siglo I, pero no lo hacía
por las «millas de viajero frecuente». Su meta era alcanzar a todos los
que pudiera con la buena noticia del perdón y la vida eterna mediante la
fe en Jesús. Cuando algunos corintios cuestionaron su autoridad,
escribió una carta en la que describía el precio que había pagado para
llevar el evangelio a otros: «Tres veces he sido azotado con varas; una
vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he
estado como náufrago en alta mar» (2 Corintios 11:25). Dios le dio a
Pablo la gracia y la perseverancia para arriesgar su vida a fin de
hablarles de Jesús a las personas, sin pensar en el beneficio personal.
Ya
sea que nos persigan o elogien por nuestro servicio al Señor, no
perdamos el objetivo de ser siempre leales a Él y agradecidos por su
sacrificio de amor.
Nuestra lealtad a Jesús brota de su amor por nosotros.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario