Por David H. Roper
Lectura: Salmo 72:12-20
"Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes". -Salmo 72:16
He
estado en varias cumbres de montañas, y puedo decir que allí no crecen
muchas plantas. Las superficies son rocosas y están cubiertas de
líquenes. Por lo general, no es un lugar donde abundan los granos.
Pero
Salomón, quien escribió el Salmo 72, le pidió a Dios que hubiera «...un
puñado de grano [...] en las cumbres de los montes» (v. 16) para que
eso caracterizara su reinado. Si el grano en las montañas es algo tan
inusual, ¿qué está sugiriendo Salomón? ¿Que el poder de Dios puede
producir resultados aun en los terrenos menos prometedores?
Quizá
te consideres una persona insignificante, con poco para ofrecer al
reino de Dios. No te desanimes: el Señor puede producir una cosecha
abundante a través de ti. Esta es una de las ironías de la fe: Dios
utiliza lo insignificante para llevar a cabo grandes cosas. Nosotros, en
su mayoría, no somos ni sabios ni nobles, sino anónimos y alejados de
lo extraordinario. Sin embargo, todos podemos ser útiles. Y al contrario
de lo que tal vez pensemos, se debe a que Dios puede utilizar nuestra
debilidad (1 Corintios 1:27-29; 2 Corintios 12:10).
Es
posible estar demasiado inflados ser demasiado orgullosos para que Dios
nos utilice, pero nunca podremos ser demasiado pequeños. Al sacar
«fuerzas de debilidad», somos hechos «fuertes» (Hebreos 11:34). El gran
poder de Dios nos capacita para llevar a cabo todo lo que Él nos ha
llamado a hacer.
Para experimentar el poder de Dios, debemos admitir primero nuestra debilidad.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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