Por Jennifer Benson Schuldt
Lectura: Esdras 5:7-17
"Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra". -Esdras 5:11
«Mantén
la calma, y llama a tu mamá». «Mantén la calma, y come tu tocino».
«Mantén la calma, y pon a hervir la tetera». Estos dichos se originaron a
partir de la frase «Mantén la calma, y no desmayes», que apareció por
primera vez en Gran Bretaña en 1939, al comenzar la Segunda Guerra
Mundial. Los oficiales británicos la imprimieron en afiches para quitar
el pánico y el desánimo de la gente durante esa época.
Al
volver a su tierra, tras un período de cautiverio, los israelitas
tuvieron que vencer sus temores y la interferencia del enemigo cuando
empezaron a reconstruir el templo (Esdras 3:3). Después de terminar los
cimientos, sus enemigos «sobornaron además contra ellos a los consejeros
para frustrar sus propósitos» (4:5). También escribieron cartas
acusadoras a los funcionarios del gobierno, y consiguieron retrasar el
proyecto (vv. 6, 24). A pesar de todo, el rey Darío finalmente promulgó
un decreto que les permitió terminar el templo (6:12-14).
Cuando
estamos comprometidos en la obra de Dios y enfrentamos dificultades,
podemos seguir adelante con calma porque, como sucedía con los
israelitas, «somos siervos del Dios del cielo y de la tierra» (5:11).
Los obstáculos y las demoras tal vez nos desanimen, pero podemos
descansar en la promesa de Jesús: «... edificaré mi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16:18). Es el
poder de Dios lo que nos capacita para su obra, no el nuestro.
El Espíritu de Dios da el poder a nuestro testimonio.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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