Por Bill Crowder
1 Juan 1
"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". -1 Juan 1:9
Chad
Pennington es un exjugador de fútbol americano que sufrió muchas
lesiones que amenazaron su carrera. Dos veces, estas lesiones lo
obligaron a someterse a cirugías, meses de terapia física y semanas de
entrenamiento para poder volver al campo. Sin embargo, las dos veces, no
solo regresó a jugar, sino que sobresalió a tal nivel que fue nombrado
el Mejor Jugador Retornado del Año en la Liga Nacional de Fútbol
Americano. Para Pennington, sus esfuerzos fueron una expresión de su
determinación de volver a jugar.
En
el ámbito espiritual, cuando el pecado y los fracasos rompen nuestra
relación con Dios y nos quedamos en el banquillo en cuanto a nuestro
servicio, la determinación sola no puede restaurar la comunión con el
Señor y la utilidad en su obra. Cuando el pecado nos envía al banquillo,
el camino de regreso es la confesión: «Si confesamos nuestros pecados,
él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda
maldad» (1 Juan 1:9).
Para
poder recuperarnos de nuestros fracasos espirituales, tenemos que
depender completamente de Aquel que se entregó por nosotros. Esto nos da
esperanza. Cristo, quien murió por nosotros, nos ama con amor eterno y
responderá con gracia cuando le confesamos nuestras faltas. Mediante la
confesión, podemos hallar su restauración misericordiosa: El regreso más
grande de todos.
La confesión es el camino a la restauración.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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