lunes, 30 de junio de 2014

LA BENDICION DE LA CONFESION

El gran regreso  

Por Bill Crowder
 1 Juan 1
"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". -1 Juan 1:9

Chad Pennington es un exjugador de fútbol americano que sufrió muchas lesiones que amenazaron su carrera. Dos veces, estas lesiones lo obligaron a someterse a cirugías, meses de terapia física y semanas de entrenamiento para poder volver al campo. Sin embargo, las dos veces, no solo regresó a jugar, sino que sobresalió a tal nivel que fue nombrado el Mejor Jugador Retornado del Año en la Liga Nacional de Fútbol Americano. Para Pennington, sus esfuerzos fueron una expresión de su determinación de volver a jugar.

En el ámbito espiritual, cuando el pecado y los fracasos rompen nuestra relación con Dios y nos quedamos en el banquillo en cuanto a nuestro servicio, la determinación sola no puede restaurar la comunión con el Señor y la utilidad en su obra. Cuando el pecado nos envía al banquillo, el camino de regreso es la confesión: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1:9).

Para poder recuperarnos de nuestros fracasos espirituales, tenemos que depender completamente de Aquel que se entregó por nosotros. Esto nos da esperanza. Cristo, quien murió por nosotros, nos ama con amor eterno y responderá con gracia cuando le confesamos nuestras faltas. Mediante la confesión, podemos hallar su restauración misericordiosa: El regreso más grande de todos.

La confesión es el camino a la restauración.

DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ

Pr. DOLREICH ARTIGAS

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