Depender de Dios es vital para la vida cristiana, porque nuestra vida es una vida de fe.
1. Cuando dependemos de Dios en los tiempos de dificultad, podemos aferrarnos a la preciosa promesa, que el Señor tiene el control de todo. Esta verdad es un recordatorio; “Nada sucede al azar”.
2. Cuando dependemos de Dios, Él promete que todas las cosas obran para nuestro bien. Tenemos ante nosotros un panorama más amplio de los hechos.
3. Cuando dependemos de Dios, entendemos que las pruebas o dificultades a menudo son necesarias para acercarnos más a Dios. Porque tendemos a ser independientes.
4. Cuando dependemos de Dios; somos guiados, fortalecidos, buscamos más su presencia, somos más prudentes y temerosos ante Dios y buscamos agradarle.
5. Cuando dependemos de Dios, vemos su provisión y ayuda; y somos más agradecidos.
6. Cuando dependemos de Dios, nos damos cuenta que nada depende de nosotros sino que todo es de Él, y somos mas humildes.
7. Cuando dependemos de Dios nuestra perspectiva de vida cambia, nos enfocamos más en lo celestial que en lo terrenal.
8. Cuando dependemos de Dios, nos preocupamos más por su Obra. Porque la atención ya no están en “mi” y aprendemos a poner a otros primero.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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