Por Dave Branon
Leer: Colosenses 4:2-6
"Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo." -Colosenses 4:5
Se
cuenta la historia de un muchacho que, hace mucho tiempo, estaba a
bordo de un tren de pasajeros, intentando ganar dinero con la venta de
manzanas. Atravesó el vagón, mientras pregonaba: «¡Manzanas! ¿Quién
quiere comprar una manzana?». Cuando llegó al final del vagón, todavía
tenía una bolsa llena de fruta y nada de dinero.
Un
caballero que notó su apuro lo llevó aparte y le pidió que le mostrara
una manzana. Se dirigió al frente del tren, pulió la fruta de forma
llamativa con una servilleta, y caminó por el pasillo comiendo la
manzana y comentando lo deliciosa y refrescante que era. Entonces, le
dijo al muchacho que volviera a intentarlo. Esta vez, vendió todo lo que
tenía. ¿La diferencia? Las manzanas se habían vuelto atractivas para
los clientes en potencia.
Esta
historia nos recuerda una manera en que podemos interesar a los demás
en el evangelio de Jesucristo: tenemos que mostrárselo en forma
atractiva, mostrándoles la diferencia que ha hecho en nuestra vida. La
mejor manera de lograrlo es seguir las palabras de Pablo en Colosenses
4:5. «Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo», aconsejó
el apóstol, «aprovechando al máximo cada momento oportuno» (nvi). Si
demostramos amabilidad, amor y compasión a los demás, los que nos
observan se preguntarán por qué; y eso puede darnos la oportunidad de
hablarles de la belleza del amor de Dios hacia ellos.
La belleza de una vida transformada puede atraer a otros hacia Aquel que nos embellece.
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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