Correr la carrera con perseverancia
Dr. Charles Stanley
Leer | Hebreos 12.1-3
"Corramos con paciencia la carrea que tenemos por delante" (He 12.1).
Nadie se despierta en la mañana de un maratón, y decide de repente: ¡Creo que voy a participar en esa carrera!
Las competencias de larga distancia requieren mucho entrenamiento. El
corredor de maratón pasa meses preparándose. Se levanta temprano y corre
hasta el agotamiento físico y mental. Cuida de lo que come, duerme
suficiente y corre con regularidad. El principal objetivo de todo este
entrenamiento es desarrollar aguante. Aunque no es fácil, la disciplina
es esencial para correr un maratón de 42 kilómetros.
Puesto
que la Biblia compara a la vida cristiana con una carrera, podemos
asumir también que el aguante es esencial para nuestro éxito. ¿Qué es lo
que crea aguante espiritual? El apóstol Santiago señala que enfrentar
pruebas nos fortalece. De hecho, en Santiago 1.2, 3 (NVI), nos dice incluso que debemos recibir con agrado las dificultades porque "la prueba de su fe produce constancia" o aguante.
Santiago
está hablando de la fuerza interior que nos permite afrontar cualquier
dificultad sin abandonar la lucha. Un corredor necesita tal fuerza para
una carrera. Por eso, aunque el entrenamiento duele, él prepara su
cuerpo para poder llegar a la meta. Para los creyentes, el proceso es
semejante, excepto que nuestro entrenamiento viene por medio de las
pruebas. Cuando enfrentamos diferentes desafíos en el poder del
Espíritu, Dios nos fortalece más y más.
¿Enfrenta usted una situación difícil? Dios quiere que confíe en Él, y luego se haga la siguiente pregunta: ¿Estoy dispuesto a someterme a este fuerte entrenamiento hoy, para ganar la carrera mañana?
DIOS BENDIGA TU VIDA CON GRACIA Y PAZ
Pr. DOLREICH ARTIGAS
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